
¿Dios demanda perfección?
No es raro que me corresponda dirigir algún tiempo de alabanza en la iglesia. Sea en los servicios de varones, de jóvenes, o los domingos; no es algo ajeno a mí desde hace mucho tiempo. Si bien prefiero estar detrás de una guitarra, porque, aunque no canto mal, mi voz no es la mejor para hacerlo. En fin, ese no es el punto de esta entrada… Hoy quiero contarles una historia. Ocurrió un sábado, durante un ensayo de alabanza. Yo estaba dirigiendo la canción de Marcos Witt, “En l